4.1.11

Velo Islámico, ¿Religión o Imposición?


Para los seguidores del Islam, el puritanismo en la indumentaria es considerado como una orden de Alá, según establece su libro sagrado, el Corán el cual, Mahoma  estableció lo que está permitido usar o no para los musulmanes, y aquello que es recomendable y lo que no lo es. Tanto el hombre como la mujer no deben vestir ropas demasiado justas ni provocativas a la vista de los demás, cuando se está frente a personas ajenas a su familia, a excepción de sus parejas.

Una de las consecuencias más polémicas de la moralidad de esta fe es la consideración en el islam del uso prescriptivo de una serie de prendas femeninas, que a veces son rechazadas en los territorios no islámicos para los no musulmanes, como es el caso del velo o el burka.

El atuendo tradicional femenino en culturas islámicas ha incluido, por lo general, el cubrirse la cabeza de distintos modos:

Desde el burka afgano que cubre incluso los ojos, seguido por las vestimentas oscuras o incluso las máscaras de las mujeres de la península de Arabia (llamadas también burka), hasta el velo semitransparente sobre la boca o el pañuelo de cabeza que sólo ocasionalmente se mantiene con la mano sobre el rostro, para mostrar distancia.




El Burka

Este tipo de prenda encuentra su origen en los desiertos mucho antes de la llegada del Islam. Tenía dos funciones principales: primero actuaba como protección contra los vientos fuertes. Hombres y mujeres la llevaban en aquellos tiempos y aún lo hacen, y su segunda función está ligada a la protección de las mujeres, ya que el uso de la máscara completa se utilizaba por mujeres únicamente cuando un grupo era asaltado por otro. Estos asaltos involucraban el rapto de mujeres en edad de procrear. El protegerse detrás de esta tela reducía considerablemente la probabilidad de ser raptadas por no ser distinguidas fácilmente de jóvenes o de ancianas en el tumulto del asalto.

La introducción de esta prenda se produjo en Afganistán a principios del siglo XX, durante el mandato de Habibullah (1901-1919), quien impuso su uso a las mujeres que componían su numeroso harén para evitar que la belleza del rostro de éstas tentara a otros hombres. Así pues, el burka se convirtió en una vestimenta utilizada por la clase alta, que de este modo se"aislaba" del pueblo llano, evitando así su mirada. 

En la década de los 50 su uso se generalizó en la mayoría de la población, si bien seguía siendo una prenda de las clases acomodadas.  Como ya se ha dicho, se extendió entre todas las capas sociales en un acto de imitación de la clase alta,  ya que se consideraba un símbolo positivo de estatus social.

 
CONTROVERSIA EN EUROPA OCCIDENTAL

La prenda de vestir que cubre la cara se ha convertido en un tema político
controvertido en la Europa Occidental, donde muchos intelectuales y grupos
políticos abogan por su prohibición por diversas razones. 
Según la visión occidental, la mujer musulmana goza de
todos los récords de discriminación, alienación y atraso.
Se ve como la imagen personificada de la mujer sometida. Sometida a los hombres, a las costumbres
tribales y a las leyes intransigentes.
Además del como el prototipo de la marginación en una
sociedad dominada por el hombre, que oculta tras su velo, vive una existencia en la que carece de protagonismo.


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